En el Extremo Oriente ruso, y situado a tan sólo 300 Km del círculo polar ártico, la Siberia más dura y fría esconde en un paraje remoto una formación rocosa de abrumadora belleza que el río Lena ha ido esculpiendo a lo largo de miles de años hasta conformar un paisaje único que deja boquiabiertos a los visitantes que se atreven a acercarse. Este bosque de piedra, compuesto por columnas de roca caliza que alcanzan los 150 metros de altura, se extiende 80 Kilómetros a los pies del río Lena. Es considerada como una de las localidades más frías del mundo. No es extraño si tenemos en cuenta que durante el invierno registra temperaturas medias de -40 ºC. El paseíto no es precisamente fácil ni cómodo. Pero merece la pena. ¿No lo crees?

En el Extremo Oriente ruso, y situado a tan sólo 300 Km del círculo polar ártico, la Siberia más dura y fría esconde en un paraje remoto una formación rocosa de abrumadora belleza que el río Lena ha ido esculpiendo a lo largo de miles de años hasta conformar un paisaje único que deja boquiabiertos a los visitantes que se atreven a acercarse. Este bosque de piedra, compuesto por columnas de roca caliza que alcanzan los 150 metros de altura, se extiende 80 Kilómetros a los pies del río Lena. Es considerada como una de las localidades más frías del mundo. No es extraño si tenemos en cuenta que durante el invierno registra temperaturas medias de -40 ºC. El paseíto no es precisamente fácil ni cómodo. Pero merece la pena. ¿No lo crees? via Cerebro Digital https://www.facebook.com/photo.php?fbid=643893598955432&set=a.456039587740835.109208.193647527313377&type=1